Tengo exactamente tu misma rabia
pero con mejores argumentos.
Me doy cuenta de las mismas irregularidades,
y tengo muchisímas armas
Pero a mi, me han manipulado por peligrosa, me enseñaron a quedarme callada,
a pedir cómo un favor hasta el plato de cómida, suerte divina a la que debía y debo pagar, peor qué crimén de falso endoso.
Porque los padres no eran más que sacrificados culpables que no les quedaba otra que hacerse cargo de sus incomodos desendientes-.
Invadiendome la realidad que no he querido ver, no pretendo volver a cerrar la boca, las guerras que cuesten.
Todo porque sé que la trinchera no esta sola.
Sólo mañana cuándo mi perdon no implique mi auto daño, los comprenderé a lo lejos.

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