No creo el la jurisprudencia cotidiana, esa que les da el derecho axiologico de llamarme a veces de tantas formas esperando conductas mentirosas como el mismo deseo de conocerme en verdad.
No me cambies ni me pongas otros nombres, qué no es mi responsabilidad esas realidades compartidas que no comparto, QUE NO COMPARTO.
la verdad rídicula que los ilumina no pudo con "mi super alcoholismo"ni cumplió su meta al denominarme Alocada, tampoco quede finalmente como la altanera.
No me llamo ni como me denominó mi madre
no me llames por más de lo qe Yo te he dicho que lo hagas
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